Tanto si están saliendo, son recién casados o hace mucho tiempo que están juntos, pasar un tiempo a solas con tu pareja es algo bueno. Además, contrariamente a salir a comer en un restaurante, cocinar juntos es un momento que les permite participar de forma interactiva.
Cocinar juntos les enseña a confiar uno en el otro, y a trabajar juntos hacia un objetivo común. O bien pueden elegir un plato y repartir las tareas, o preparar múltiples platos y dividirse la responsabilidad de cada uno. De esta forma no solo tendrán la oportunidad de pasar un buen rato juntos, sino también de resolver problemas juntos. Lo que aprendan de esta experiencia les servirá para trabajar juntos como un equipo fuera de la cocina.
No hay nada más emocionante que aprender una nueva habilidad, y lo que es mejor enseñándose mutuamente en el proceso.
Ya se trate de una de sus primeras veces en la cocina, o de preparar un plato que nunca han hecho antes, serán capaces de conectarse a través de la experiencia y, quién sabe, ¡hasta es posible que encuentren un interés común que deseen incluir entre sus actividades para hacer juntos!
Tómate el tiempo para cocinar juntos y hacer de la experiencia algo divertido y romántico, bebiendo una copa de vino, escuchando música quizás improvisando un baile y poniendo a prueba tus habilidades de seducción.
Cuando conoces los ingredientes y el esfuerzo que has invertido en tu plato, te sientes mucho más satisfecho comiendo. Probablemente será mucho más saludable que cualquier cosa que se puedan comer en un restaurante, y ambos se sentirán orgullosos de su propio esfuerzo y el de su pareja.
La clave cuando estás cocinando en pareja es el tiempo que pasan juntos, no la comida en sí. Así que aparta un tiempo esta semana para cocinar un delicioso plato con tu pareja, que no solo alimentará tu cuerpo sino que además ayudará a fortalecer tu relación.